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Lejía vs amoniaco: ¿cuál es el mejor producto de limpieza?

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    Si eres una persona que se preocupa por mantener la limpieza del hogar, es probable que hayas utilizado tanto lejía como amoniaco en diferentes superficies. Ambos son productos de limpieza efectivos, pero ¿cuál es mejor según el caso? En este artículo comparativo te explicamos todo lo que necesitas saber para elegir el producto más adecuado en cada situación.

    Características de la lejía

    La lejía es un producto de limpieza alcalino a base de hipoclorito de sodio con alto poder desinfectante y blanqueador. Es capaz de eliminar bacterias, hongos y virus de cualquier superficie, eliminando las manchas más difíciles y proporcionando un olor agradable a las habitaciones.

    Por otro lado, debes tener en cuenta que el uso de lejía en altas concentraciones puede tener efectos perjudiciales para la salud, como problemas respiratorios, irritaciones en la piel y los ojos, y pueden ser corrosivas en algunos materiales como el aluminio. Por ello, es importante seguir siempre las instrucciones del fabricante para su uso adecuado.

    Características del amoniaco

    El amoníaco es un producto de limpieza alcalino que se compone de una solución de amoníaco en agua, altamente eficaz en la eliminación de manchas y suciedad en superficies no porosas. Es muy utilizado en la limpieza de cristales, espejos y azulejos, y su olor es menos espeso que el de la lejía.

    Aunque el amoniaco no es corrosivo en la mayoría de las superficies, es importante tener en cuenta que su uso elevado puede generar problemas de salud como irritaciones en los ojos y en la piel, problemas en el sistema respiratorio, entre otros.

    Comparativa

    Si bien ambos productos de limpieza son efectivos, la elección del mejor producto a utilizar dependerá del tipo de superficie o mancha que se desee eliminar. Si necesitas desinfectar y blanquear una habitación, margarillas de baño, eliminar manchas en ropa blanca, la lejía es la mejor opción.

    Por otro lado, si necesitas limpiar cristales, espejos o azulejos, el amoníaco es ideal para tal fin porque elimina la grasa y manchas con buen acabado. Por tanto, el amoniaco es siempre una buena opción para la limpieza de superficies no porosas.

    Cabe destacar que el uso de ambos productos en altas concentraciones puede ser peligroso y poseer efectos nocivos en la salud. Por tanto, es importante leer y seguir la información proporcionada por los fabricantes en cuanto a la cantidad y frecuencia de uso.

    Recomendaciones

    Es importante seguir las siguientes recomendaciones:

    • Usa la lejía en lugares con alta probabilidad de acumulación de gérmenes y bacterias.
    • No mezcles la lejía con otros producto de limpieza, en especial el amoniaco, esto puede ser muy peligroso para su salud.
    • El amoniaco es ideal para la limpieza de espejos, cristales, acero y superficies no porosas a las que se les desee dar un buen acabado brillante.
    • Ventilación adecuada tiene que haberla antes de realizar la limpieza.
    • Evita el contacto directo del producto con las heridas o mucosas.
    • No debes almacenar ambos productos juntos.

    ¡Ahora estás listo para utilizar tanto la lejía como el amoníaco de manera eficiente y segura en la limpieza de tu hogar!. ¡A mantener todo siempre limpio!